Suspiro desgarrado. Aire cortopunzante. Llanto interminable.
Nada de lo que pueda decir es lo suficiente. Nada absolutamente nada va a sacarnos este dolor en el pecho que sentimos ante tu pérdida.
Sabes qué? estoy orgullosísima de ser tu nieta. Porque te la bancaste siempre, estoico. Porque fuiste hierro y miel, todo a la vez. Porque me diste fuerza y fuiste fuerte. Porque a la distancia el amor jamás cesó.
No olvido las últimas palabras que tuve para con vos hace escasos días, breves pero fulminantes. Tampoco olvido cual fue tu respuesta- cortita y al pie- fiel a tu estilo. Gracias por confiar en mi, por decirme que estabas orgulloso, por apostar a que mis sueños van a cumplirse y desearme éxitos en todo lo que me proponga.
También gracias por tantos lindos momentos, por los asaditos en familia,por las noches charlando,por las caminatas interminables al río, por ir a juntar pelones al campo,por haberme cuidado tanto de bebé, por todo.
Soy inexpresiva,no me culpes. Sos inexpresivo (sos, jamás vas a dejar de ser) y no,no te culpo. Agradezco por entender.
Porque un te quiero no es suficiente si es falso y una mirada todo lo puede. Porque un abrazo no está de más pero ayudarte a darle de comer a los chanchitos y perseguir patos me resultaba igual de afectivo. Soy rara, tengo a quién salir.
Espero hayas dejado de sufrir,porque alguien como vos no merecía pasar por todo esto.
Gracias. Te amo. Cuidate. Buen viaje!
Pedro Castro 1925-2011
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