sábado, 4 de diciembre de 2010


Un diario antiguo cuyas páginas estaban en blanco se abrió en la inmensidad de la noche, y allí,en la oscuridad total, se oyó el rasgar de una pluma sobre el áspero papiro.Qué decía iba a resultar un enigma no tan fácil de descubrir.
El viento soplaba con rudeza en el exterior de la abandonada casucha,alguna vez habitada por el viejo Rozier.La luna brillaba grácil por sobre el tejado derruido,casi riéndose airosa de nuestro infortunio.
Tempestad inaudita.Llanto que jamás cesaría.Vida que en algún momento fue, simplemente, algo más que todo eso.



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